Lag Baomer es una festividad menor que tiene lugar el día 33 de la cuenta del Omer, es decir el 18 de lyar.
Alumnos de Rabi Akiva
La fecha se asocia con la segunda guerra judía de liberación en contra de los Romanos (Revuelta de Bar Cojba) en el siglo 2do EC, cuando una plaga que hacía estragos entre los discípulos del heroico Rabi Akiva cesó en forma milagrosa en este día.
Por esa razón el día se celebra como la ‘festividad de los sabios’ y se suspenden las restricciones del período de los 33 días de luto — que prohíbe cortarse el cabello, celebrar matrimonio, celebraciones públicas etc. También se omite en el servicio cotidiano la plegaria Tajanún.
Rabí Shimón bar Iojái
Rabí Shimón estudió con tanta devoción que tenía el estatus de Torató Umanutó: el estudio de la Torá era su única ocupación. Esto significaba que se hallaba exento de la mayoría de las mitzvot a fin de no interrumpir su estudio. Estableció una ieshivá en la ciudad de Takoa e instruyó allí a muchos estudiantes. Escribió los midrashim llamados Sifrí y Mejiltá de Rabí Shimón bar Iojái.
Pasó trece años en una cueva dedicándose a estudiar en este punto el entendimiento de R. Shimón bar lojái superaba a la erudición usual. Durante su tiempo en la cueva, R. Shimón bar lojái escribió el Zohar, que contiene los secretos más profundos de la Torá. Estaban destinados a permanecer ocultos hasta la llegada del Mashíai. Una de las razones para celebrar Lag Baómer es que estos misterios fueron revelados para dar un anticipo del Mashíaj.
R. Shimón fue capaz de conectar dos mundos dispares, revelando los secretos de la Torá como se estudian en el cielo a la gente de la tierra. Desde que legó este obsequio, debemos aprovecharlo, no quedando satisfechos con entender las capas exteriores de la Torá. También deberíamos procurar los aspectos místicos de la Torá, sumergiéndonos tan profundamente como podamos.
Celebración de la Hilula
Falleció el dieciocho de Iar y está enterrado en Merón, una aldea cerca de Tzfat.
Antes de morir, solicitó que la gente pasara el día de su fallecimiento como una celebración alegre y hasta el día de hoy, en Lag Baómer muchas personas visitan su sepulcro para orar, estudiar,los niños acostumbran a jugar con arcos hasta encender fogatas,se hacen festejos y se acostumbra a alegrar el ambiente con canciones y bailes.