Está claro que debemos estudiar Torá continuamente, en cada momento disponible: «Este libro de la Torá no se apartará de tu boca, y lo estudiarás día y noche» (Yehoshúa 1:8). También es claro que muchos de nosotros debemos dedicar nuestro tiempo a trabajar para mantener a nuestras familias.
Rab Jayim de Volozhin discute las opiniones de Rabi Ishmael y Rabí Shimón bar Yojai sobre el equilibrio que debe haber entre el trabajo y el estudio de la Torá (Néfesh HaJayim, Shaar Alef, capítulo 8). Rabí Ishmael dice: «Dedícate a ellas [las palabras de la Torá] según las necesidades mundanas (Dérej Éretz)». Él enseña que debemos vivir normalmente, dedicando parte de nuestro tiempo al estudio y parte al Dérej Éretz, la necesidad de ganarse la vida. Rabí Shimón bar Yojai no está de acuerdo. Opina que deberíamos dedicarnos exclusivamente al estudio de la Torá. Si estamos sinceramente comprometidos y cumplimos con devoción la voluntad de Hashem, nuestras necesidades materiales serán suministradas por otros medios.
Los Sabios concluyen: «Muchos siguieron el dictamen de Rabí Ishmael y tuvieron éxito. Muchos siguieron el dictamen de Rabí Shimón bar Yojai, y no tuvieron éxito «(Berajot 35b).
Obviamente, Rabí Ismael se refiere a alguien que si no trabaja no podrá mantenerse, mientras que Rabí Shimón bar Yojai se refiere a alguien que merece que «su trabajo sea hecho a través de otros» para que pueda estudiar Torá día y noche, sin otras demandas a su tiempo y energía. Como dicen nuestros sabios, no todos son dignos de este gran privilegio.
Rambam también discute la cuestión del trabajo y el estudio, pero parece tener una contradicción explícita en sus palabras. Citando las enseñanzas de nuestros Sabios en contra de percepciones a la Parashá hacer de la Torá «una espada para cavar con ella» (Abot 4:5), él dictamina que un sabio de la Torá no puede suponer que otros lo mantendrán mientras él estudia Torá; debería mantenerse por sus propios medios (Talmud Torá 3:10).
Sin embargo, en otro lugar él escribe que aquel que toma el yugo de la Torá sobre sí mismo sin reservas e incondicionalmente, el Todopoderoso mismo se encargará de su manutención. La tribu de Leví no tenía parte en la tierra agrícola de Éretz Israel y sus necesidades eran suministradas a través de otros medios además de su propio trabajo agrícola. Así también, alguien que realmente se desconecte de las ocupaciones mundanas y se dedique solo al servicio a Hashem, no le faltará nada(Hiljot Shemitá ve Yobel 13:12-13).
Los Sabios y Rambam no se contradicen; están hablando de dos niveles diferentes. Cada judío está obligado a estudiar Torá, pero esta obligación se cumple de manera diferente por personas distintas, dependiendo de las circunstancias individuales. Por un lado, nuestra nación siempre ha tenido aquellos que se dedican al estudio de la Torá de tiempo completo, excluyendo tener un negocio o empleo. Para ellos, no hay límite o tiempo fijo para el estudio de la Torá: es su única ocupación y obligación, día y noche. Por otro lado, tenemos a la mayor parte de la nación, que trabaja para ganarse la vida y fija tiempo para estudiar la Torá. Su obligación de estudiar la Torá se centra en gran medida en ese tiempo.
Extracto de Escalera de Luz.